Un pavimento de resina blanca combinado con un diseño étnico, proveniente de diferentes culturas asiáticas con una marcada impronta balinesa, crean una belleza y armonía excepcionales. Amueblado con asientos, muebles y mesas bajas en madera tallada, combinado con luz, paletas de colores, materiales naturales, entre ellos bambú, madera, piedra y hojas de palma reproducen a la perfección el estilo balinés sin paredes.