El azul como tema principal de todas las estancias, un gusto refinado para diferenciarse de los tópicos habituales, un toque de color por doquier para romper con el tono oscuro del suelo cerámico que reproduce a la perfección la madera en todas sus vetas, nudos y flamas. Gris tórtola y beige mezclados con colores que destacan como el naranja y el morado, esta casa se atreve a romper la sobria tendencia de la última década.